Pares
Entiendo que todo pasa por alguna razón y que tal vez el destino tire los dados y saque pares.
Ahora, habrá que entender éstos en nuestras vidas como lo son en el juego: una coincidencia que te permite avanzar más rápido y repetir?...
En múltiples ocasiones las coincidencias han hecho parte de mi vida y aunque siento que éstas en su momento fueron de gran ayuda para iniciar una relación, debo asumir también que todas han sido un fracaso. No pongo en duda que efectivamente en el momento en que al destino, le da por iniciar sus saques y de un momento a otro, ¡ZAZ!, un par, me ha hecho avanzar más rápido, pero al tiempo creo que acto seguido, este resultado no cumple bien su papel de darle la oportunidad al jugador de repetir.
Nunca repito, excepto una vez, en la que saqué el resultado más hetereo que podría haber sacado en cualquier momento de mi vida. Dos vidas opuestas se encontraron para marcar juntos un destino (suena bonito, no?), en el que los dados no hacían parte del juego, sino que por el contrario, el azar pasó a ser un elemento decorador, que solo era referenciado cuando algo estaba saliendo mal (la típica frase “es que tú no estabas en mis planes”).
Quisiera seguir pensando en que los pares dejan avanzar rápido y que a su vez dan la oportunidad de repetir, pero esta dinámica únicamente me ha traído problemas, porque repito con el que no debería hacerlo y avanzo rápido con el que le disgusta el compromiso.
Se necesita urgentemente un nuevo manual en el que se indique con propiedad qué tipo de números pares debe usar uno para el beneficio propio, dejando de pensar en el mutuo. Suena egoísta, es cierto, pero qué otra manera hay de pensar, si cuando piensas en un par para dos, nunca sale bien?
0 comentarios:
Publicar un comentario