sábado, 2 de enero de 2010

El año nuevo

La madrugada comienza con un tímido viento frío en mis párpados. Tengo sueño, pero no logro cerrar mis ojos y quedarme dormido de una buena vez. Esta noche será difícil, como tantas que he tenido estas semanas. Es que cambiar de año siempre me trae jornadas nocturnas de pensar y pensar. Pienso en tantas cosas que en la mayoría de los casos, cuando hago un balance de las últimas tres horas, no llego a ninguna conclusión y es quizás por ello que aún sigo aquí, sin poderme dormir, escuchando una canción que me invita a dormir un poco más con alguien a quien no tengo cerca.

Pero bueno, la mala suerte en el amor no es el asunto esta vez. El asunto es que año tras año, esta temporada es más complicada de lo normal. Todos nos damos un feliz año y nos auguramos muchos éxitos en todo. Sin embargo, a veces siento que esto es una especie de presión constante a ser retado y retarse tanto unos a los otros, como uno mismo. El cuento es que acaso no terminamos el año lo suficientemente cansados para “imponernos” desde el primer día de enero a ser exitosos, a graduarse, a conseguir pareja a quien amar, o un trabajo por el cual darlo todo para sostenerse en el nuevo año?. Los años deberían tener un periodo donde las personas pudieran descansar de ese bombardeo de retos y metas a alcanzar. Es muy impresionante como la velocidad de nuestras vidas bordea los límites entre lo realmente humano y lo que definitivamente es de máquinas.

Ya he bostezado tres veces y creo es un indicio de que ya por lo menos me podré dormir después de ver varios minutos de la programación que vi esta tarde y que termina siendo repetida a esta hora de la madrugada por falta de contenido.

Definitivamente no me puedo imaginar mi vida sin escribir, así no lo haga bien, no importa, pero al menos organiza mi cabeza y de alguna manera logra fácilmente que mis párpados se cierren de una buena vez.

0 comentarios:

  © Blogger templates ProBlogger Template by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP